Dicen que en la vida hay que plantar un árbol, y yo de pequeña lo hice, que hay que tener un hijo ( tendrá que esperar ), y escribir un libro ... así que allá voy.

sábado, 29 de junio de 2013

Día 0

que el dilema de hoy sea ...

si meriendo una napolitana de chocolate o ya no ingerir nada hasta mañana,me hace cerciorarme de que no soy más que una enferma,dependo de ella y sin ella no soy feliz.


Porque cuando no has alcanzado la meta,puedes plantearte como será el logro, pero cuando ya has llegado a ella y de repente la dejas escapar cual ave migratoria sabes que, ético o no, tu felicidad depende de una báscula, de 100 gramos, de una talla 36, de mirarte al espejo y verte las costillas, de hacerte una foto y que lo que más destaque sean esas adoradas clavículas.

Sólo han pasado 5 meses y lo recuerdo como si fueran siglos, 
dinero,viajes,amigos,ropa,caprichos,vicios... pero sobretodo el número 48 (Kg). 
Veo las fotos y pienso !Qué delgada!, !apenas tenia piernas!, y sin embargo en ese momento cuando me miraba sólo veía pequeños avances,pero sobretodo defectos.
Creo que todo iba rodando y una cosa llevo a la otra y viceversa. Sé que no está bien visto pero pocas veces he vivido como el resto del mundo. Soy diferente, lo sé y.. ¿por qué no? presumo de ello.
Siempre me he dicho que antes de morir probaría todo lo que me llama la atención, ya fuera profesiones,comidas,estilos de vida,sexos...

Con 20 años y un cuerpo de escándalo (labrado a mucha conciencia aunque al otro lado sólo se vea una persona más delgada) vi el momento idóneo. Quería ser prostituta..
y así lo hice, pienso que tuve mucha "suerte" nunca tuve un episodio desagradable,ningún cliente sucio ni fuera de lugar y además la remuneración era bastante alta.
al principio, bueno, siempre me sentí comodísima, me gusta el sexo,disfrutaba y encima me pagaban, para mi el mejor trabajo del mundo.
Gracias a ello,salía a los sitios más "chic", comía en los mejores restaurantes, iba a los mejores hoteles, tenía contactos... pero además pude viajar, entre otros Madrid,Barcelona,Zaragoza.. por fin me vi inmersa en la vida que siempre había querido tener.
Cosas del destino, el día de mi 21 cumpleaños ocurrió algo que iba a cambiar tanto mi "nueva vida" como mi "nuevo cuerpo" y yo lo ignoraba por completo ( si me hubieran avisado del final.. hubiera optado por quedarme como estaba,aunque bien es cierto que después de todo, la consecuencia más bonita es haber sido capaz de cambiar totalmente mi forma de pensar y de vivir).
He pensado tantísimas veces si tomé o no la decisión correcta... sé la respuesta pero no me atrevo a plasmarla en un papel . Y aquí estoy casi seis meses después en la cama de una habitación medio vacia,en un sitio desconocido y con 10 Kg más encima de mi .

¿ Qué ocurrió aquel 26 de febrero?

El amor.